HISTORIA DE POZOAMARGO
Una de las primeras fuentes documentales que recogen la existencia de Pozoamargo es el Itinerario de Antonino, documento que describe las arterias de comunicación del Imperio Romano, en el que se especifican los puntos de descanso (mansiones) existentes entre las ciudades más importantes. El lugar que actualmente ocupa el municipio fue una de los mansio romanas más importantes de la época, Ad Putea (los pozos), como consta en el documento elaborado en la época del emperador Caracalla (211-217 a.C).
También en la Tabla Peuntigeriana, mapa itinerario en que aparecen mencionadas y dibujadas las vías romanas, viene también recogida la mansio situada en el término actual de Pozoamargo. También los Vasos de Vicarello, encontrados cerca del lago Bracciano (Italia) donde aparece inscrito en cuatro columnas el itinerario que unía Cádiz con Roma, especificando las estaciones y las distancias existentes entre ellas, apuntan la existencia de la misma.
Estas, y otras fuentes, recogen por primera vez, las referencias documentales de la existencia de la mansio romana situada en el actual término de Pozoamargo, y denotan la importancia como lugar de paso en la vía romana que unía Complutum y Cartago Nova, conectando el interior peninsular con el litoral, y en dirección este-oeste, la vía que unía Corduba y Sagumtum.
De esta época se conservan restos de la calzada romana a su paso por nuestro municipio y que ha sido recientemente restaurada.
Sin embargo, la historia de Pozoamargo hunde sus raíces en época anterior al mundo romano: el conocido como Cerro de Ntra. Sra. De la Cabeza, con 824 m. sobre el nivel del mar, muestra en su ladera sur restos arqueológicos en forma de terrazas y estructuras urbanas de la Edad del Bronce, aproximadamente hacia el 1.700 a.C. Se trata de bloques de piedra, más o menos escuadrados, alineados en dirección este-oeste y conformando un aterrazamiento escalonado que domina el camino de acceso.
Siguiendo el avance de la historia, de la influencia musulmana existen signos evidentes de la misma en nuestro municipio, como el Aljibe de la Casa Buedo, y formas de construcción árabe, como se percibe en multitud de tapiales y muros de cercamiento en casas del entramado urbano.
Con la conquista de Cuenca por Alfonso VIII en 1177 y posteriormente la de Alcaraz en 1213, toda la zona comarcal de San Clemente queda en retaguardia, protegida por el Señorío de Alarcón, de quien pasan a depender. Y ya en 1537, la reina Juna y el Rey Carlos I de España y V de Alemania otorgan título de Villa a Vara de Rey, por lo que, junto a Sisante, Casas de Guijarro y Casas de Benitez, Pozoamargo pasará a la jurisdicción de la recién proclamada Villa.
El siglo XVIII supone para Pozoamargo el fortalecimiento definitivo con motivo de la constitución en 1750 del Concejo del pueblo, con el nombramiento de un Teniente de Corregidor y siete concejales, dedicados a los asuntos propios de la administración del pueblo.
Llegado el s.XIX, el trabajo en el campo y alguna industria derivada del mismo será una de las actividades de mayor importancia, ejemplo de ello es el Molino de zumaque existente en la entrada principal. Es un edificio de planta rectangular, con paredes de tapial y cuatro contrafuertes de mampostería, en el que destacan las cinco grandes piedras del mecanismo de molienda apoyadas en su fachada.
El trabajo de cantería también supondrá un recurso económico con la explotación de la cantera existente en la ladera del Cerro del Cabezo, si bien el único ejemplo que permanece en pie son las 14 cruces que conforman el Vía Crucis urbano.
También tuvo su importancia la recogida y posterior tratamiento de la aceituna, por lo que existían en algunas de las viviendas más ricas molinos de aceite como el que se conserva actualmente en la Plaza del Barrio.
Actualmente, Pozoamargo es un municipio de La Manchuela conquense, localizado a 108 km al sur de Cuenca, junto a la Autovía A-31, donde la tradición vinícola es la que ha perdurado en el tiempo y se ha convertido en un recurso de primer orden para sus habitantes. Aparte de la Cooperativa local de Ntra. Sra. De la Cabeza, pionera en este campo y cuyos vinos tienen fama internacional (Casa Gualda), existen otras bodegas familiares que están comenzando a despuntar y que elaboran caldos de gran calidad.(Casa Illana y Bodega Las Calzadas)
OTROS NUCLEOS DE POBLACIÓN.
Destacar el núcleo de las Casas de la Loma, pedanía perteneciente a la jurisdicción de Pozoamargo que, en su origen, se llamaba Las Talayas. Nació a partir de una granja y desde mediados del S. XVI comenzó su desarrollo como haciendas de labranza y ganadería. A partir de los años 70 las familias residentes en la misma comenzaron a emigrar y actualmente está abandonada y en ruinas.